2/22/2009

VIAJERA

La viajera en mis manos, desmayada,
traje suave de verde y amarillo,
vino migrando como pajarillo,
acunada en mis manos, adorada.

Ella cuasi dormida, yo lloraba,
un viaje largo y sin lazarillo,
soplaba un tenue viento, paramillo
pensando solo en ti yo la besaba.

Vino a dejar tu recado en mi vida,
incrustado por siempre permitido,
no existen más distancias entre nos.

Es siempre con mis besos revivida,
que no haya más un corazón herido,
es sabia rosa, cómplice de dos.



Ana Lucía Montoya Rendón
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2/14/2009

En la espera...

En mis noches de amor estas presente
cuando sueño delicias importantes,
y placeres con figuras delirantes
me produces por el día, dulcemente.

Si en mis brazos te tengo nuevamente
las pasiones de mi cuerpo son constantes,
y me calmas los ardores delirantes,
de mi ser que te adora, felizmente.

Esta noche al esperar seré impaciente,
pues tu cuerpo me da la fantasía
de donar a mi vida su alegría.

Cuando estés a mi lado recostada,
de mi amor sentirás, querida mía,
las pasiones desatadas que pedías.

Emilio Medina M.

2/09/2009

Amor.





Palabra delicada y contagiosa
que pone en su sonido la alegría,
poblada de tan bella fantasía
que hace una ausencia peligrosa.

No todo sera color de rosa;
espinas te saldrán en tu camino
y dudas en dolor por el destino,
mezclado con promesa deliciosa.

¿Es esto lo entendido por amor ?;
¿es mezcla de placeres y de olvidos?...,
lo tengo comprobado: me ha ocurrido.

Si empeños solo muestras en razones
que avalen tus desdenes conocidos,
abriste ya la caja de el olvido.


Emilio Medina M.

2/07/2009

EL DESEO


.
,
.
.
"Juego entre el espíritu y la materia",
nada es en esta lucha, prohibido,
activos Sol-Luna, Eros decidido,
lanzado mi ser a epopeya seria.

Lujuria avivada, huye de Siberia,
caudaloso, kundalini, encendido,
pasiones por caminos trascendidos,
nada vedado, libre de la histeria.

No hay claves misteriosas a mi alcance,
el impulso lascivo de estos versos,
desnuda cierta del amor en pos .

Mi fuego-cuerpo a las alturas alce,
en una hoguera nos calcina inmersos,
“cero, la cifra módica a los dos”.


Ana Lucía Montoya R.
Febrero 2009