
A mí no me estremece en absoluto
esta falta de tacto y de talento:
¿Qué habríamos de esperar de tal jumento
más que salte y relinche como un bruto?
O mucho me equivoco o negro luto,
si alguien no le pone impedimento,
ha de teñir en breve su contento
procaz, burlón, impertinente y puto.
¡Tan! ¡Tan! A muerto tocan. Jorge: ¿escuchas?
Es hora de que limpies tu conciencia
y te despidas (si es que alguien te quiere).
Para enterrarte haré un alto en mis luchas.
Que, si no te aprecié, gasté paciencia:
será un placer cantar tu miserere.
Blanca Barojiana
No hay comentarios:
Publicar un comentario