12/30/2007

Sudando un soneto

Usando las palabras con simpleza,

Por tener la cultura un poco escasa;

Paso mucha envidia, -y tiene guasa-

De poetas que riman con limpieza.


Poetisas que acaparan la realeza.

En sonetos, su rima se acompasa,

Siendo fácil hacerlo – me rebasa-,

Y me quedo enredado en la maleza.


Comienzo este terceto con dolores,

Habiendo sufrido ya con creces,

Y la ropa empapada de sudores.


En esta hacienda, es seguro que pereces;

Sudado y maldiciendo este terceto:

¡Que fácil que resulta hacer sonetos!.


Emilio Medina M.

12/19/2007

SONETO A LA ESTADISTICA

Las medias, las medianas, la varianzas,
las curvas, los diagramas, las funciones,
el gran número pi, las ecuaciones,
nos resuelven cien mil adivinanzas.


No hay nada más cabal que las bonanzas
de las cifras sobre las opiniones:
¡que el error no nos toque los cojones,
que tenemos balances y balanzas!


¡Sí, señores! Con buenos senos digo,
con cosenos y curvas desatadas:
¡a estudiar estadísticas exhorto!


Yo no habré de cejar. Y sumo y sigo,
me llevo dos... ¿hago unas derivadas?,
que al azar hay que atar, y atarlo corto.


Besos, reina. (¡ah, luego acabo el cuentecillo ese que teníamos a medias, perdón por la demora, muassss)

Blanca Barojiana

12/18/2007

Cántaros

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

Agua tu cuerpo de cristales rotos,
agua mi cuerpo de posibles lunas.
El cielo se desploma sobre algunas
ansias de ensueños de pasión remotos.

Soles de julio, cántaros vacíos
y vueltos a llenar de boca a boca,
lluvia de invierno, harta pero poca
sobre la hoguera cruel de los estíos.

Cáliz de compasión donde bebimos
la propia quinta esencia, tuya y mía.
Arbol que ha de brotar de allí algún día

donde una noche cálida morimos.
Agua tu cuerpo de cristales rotos.
Agua mi cuerpo de posibles lunas.

Cristina Longinotti

12/14/2007

Enigma de la rosa

sonetos

La vida, detallista y minuciosa,
repite su ritual y cada día
se despereza al sol sobre su orgía
de pétalos, intrépida y curiosa.

En la tesis absurda de la rosa,
el éxtasis germina en la agonía
y el placer, en gozosa epifanía,
con las lágrimas yace y se desposa..

El azar mis certezas va mutando:
la verdad no parece verdadera
y se vuelve de a poco clandestina.

Pero sigo el camino aún sangrando:
de una rosa a otra rosa no hay manera
de no ir de una espina hacia otra espina.

Cristina Longinotti

12/11/2007

Soneto premonitorio

Volverás a clavarme tus puñales
con la cruel precisión que da la entrega;
volverás como vuelve el estratega
a sus mapas, sus cruces, sus señales.

Volveré a despoblarme en los eriales
donde el consuelo tuyo nunca llega;
volveré a quedar muda, sorda y ciega
por tus flechas de amor, que no son tales.

Resulta inevitable que me hieras,
que me des a beber del mismo vaso
amor o soledad, según prefieras.

Es la lógica absurda de este caso:
resulta inevitable que me quieras
y me mates, amor, a cada paso.

Cristina Longinotti

12/08/2007

AL CORPIÑO DE LA ANCIANA

Un corpiño que guarda penitente
el fruto del amor y las pasiones
que otrora fueran llamarada ardiente
que engendraron progenie e ilusiones.

Hoy en terca mudez queda silente
vacío de recuerdos y emociones,
pasado que ya fue, ya no se siente
como prenda de tantas bendiciones.

Así nos habla el corpiño de la anciana
que más que austeridad, nada traduce
sino pechos de amor ya envejecidos.

Corpiño en sencillez, sin valenciana,
ni flores ni un encaje que trasluce
la memoria de senos florecidos.

silvia long ohni

12/05/2007

ROMANCE

soneto

Yo te amé, ahora te amo y... no lo sé.

Sólo puedo darte fe de lo pasado,

Y hasta sé que algún día te odiaré,

Cuando, en fín, tu amor se haya agotado.



Mi sangre se reseca sin tus ríos,

Tus lunas, tus luceros, tus paisajes.

Yo no puedo vivir si no son míos

Tus caprichos, tus miedos, tus corajes.



Tengo miedo de esta noche, con su duro

Desfilar de abismos y oquedades

Que pueden despertarte un hambre oscuro



que no pueda calmarte. Yo te juro

que muero por colmar tus ansiedades,

pero siento temor por el futuro.

C
ROMANCE




Yo te amé, ahora te amo y... no lo sé.

Sólo puedo darte fe de lo pasado,

Y hasta sé que algún día te odiaré,

Cuando, un día, tu amor se haya agotado.



Mi sangre se reseca sin tus ríos,

Tus lunas, tus luceros, tus paisajes.

Yo no puedo vivir si no son míos

Tus caprichos, tus miedos, tus corajes.



Tengo miedo de esta noche, con su duro

Desfilar de abismos y oquedades

Que pueden despertarte un hambre oscuro



que no pueda calmarte. Yo te juro

que muero por colmar tus ansiedades,

pero siento temor por el futuro.



Carlos A. Fernández

12/04/2007

Apariencias

sonetos

La realidad se adapta a mi locura
tan bien, que hasta el paisaje cotidiano
destaca contundente y meridiano
por sobre la razón y su censura.

El tiempo, labrador de mi estatura,
orfebre de mis días, artesano
de mi profundidad, esculpe a mano
con paciencia de autista mi figura.

Pero, incansable adúltera, la vida
nos engaña rodeándonos de espejos
que tomamos, ingenuos, por verdades.

E, ignorantes, jugamos la partida
y apostamos confiando en los reflejos
que son, en realidad, deformidades.

Cristina Longinotti