6/03/2009

La despedida.

En lo oscuro de ese tiempo que he vivido,
un reflejo de luz se me mostraba;
era algo que mi vida me alegraba
y le daba al amor bello sentido.

Ahora tengo ese momento dolorido
de partir sin destino al ser día;
tomare de ese amor la fantasía
y tendré la visión de ser querido.

No te engañes caminante que el destino,
es malvado y te da su letanía,
de dolores con los pinchos de el camino.

Solo queda entregar las ilusiones
que forjaste en el mundo de los sueños,
porque allí, tu creíste ser muy dueño.

EMILIO MEDINA MUÑOZ

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