
Caballo de textura delicada:
tu marchar desbocado de la rienda,
hace bravo tu galope por mi hacienda
y me llevas sudoroso, hasta mi amada.
Me esperabas al ser de madrugada,
con la silla de montar sobre tu lomo;
por amores me llevaste cual palomo
para ver a su paloma enamorada.
El perfume de las rosas, ha llegado,
con la luz de ese sol que nos alumbra;
a mi dama, la veo ya a mi lado.
Descansa buen amigo, te has ganado,
ese dulce azucarillo que te ofrezco:
tengo amores que yo no me merezco.
Emilio Medina M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario