7/12/2007

A PABLO NERUDA

sonetos

Blanca Barojiana

Pablo Neruda, Pablo, si yo para cantarte
no tengo más que penas que tornas alegrías,
más que una voz desnuda entre el barro y la hierba
y una luna creciente de tu melancolía.


Una mujer del pueblo, quizá un poco cansada,
me cobijo en tu casa de acuáticas maderas,
y el perro que la guarda me cruzará a tu orilla
cuando al fin amanezca la justicia que esperas.


Déjame que la aguarde refugiada en tu canto
y deja fluir el verso para curar la herida
y de entre los espinos haz que estallen las flores.

Seré tu mariposa, alas mi alma partida,
porque, Pablo, ¿no sabes?, la noche está estrellada
y encontré en tu palabra la esperanza y la vida.


Blanca Barojiana

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