
Jorge Luis Estrella
Quiero confesarte, amigo Pliego
que he besado en la boca a tu poesía
y, que de tanto leerla, la hice mía
y, que de tanto besarla, es como un fuego
que me quema los labios y que luego
me quema el corazón con su alegría
y quíero más y más de su ambrosía
y dame más y más, yo te lo ruego.
Uno se vuelve adicto a tanto beso,
a tanto mar, a tanta marejada,
a tanta piel de noche acariciada
que no sabe que hacer si no está eso:
la boca de tu poesía apasionada
cayendo en el amor por propio peso.
Jorge Luis Estrella
No hay comentarios:
Publicar un comentario