La vida se va en sangre y desespera
mordiéndose la cola en su rutina:
amanece la luna, el sol declina
y vuelve a pendular en su quimera.
Tropieza cada tanto y se lacera
con el filo imprudente de una esquina;
una vez y otra vez se desanima
y otras tantas resurge y se reitera.
En busca de un tesoro va excavando
en la arena, tenaz, pozo tras pozo,
sin saber que el lugar ya está vacío.
Y persiste sin ver cómo ni cuándo
ni hasta dónde se extiende el calabozo
en que se pudre a diario su albedrío.
Cristina Longinotti
"El material editado en "Muestrario de Palabras" goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí se expone, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos."
3/30/2008
3/27/2008
Sudando un soneto
Usando las palabras con simpleza,
Por tener la cultura un poco escasa;
Paso mucha envidia, -y tiene guasa-
De poetas que riman con limpieza.
Poetisas que acaparan la realeza.
En sonetos, su rima se acompasa,
Siendo fácil hacerlo – me rebasa-,
Y me quedo enredado en la maleza.
Comienzo este terceto con dolores,
Habiendo sufrido ya con creces,
Y la ropa empapada de sudores.
En esta hacienda, es seguro que pereces;
Sudado y maldiciendo este terceto:
¡Que fácil que resulta hacer sonetos!.
Emilio Medina M.
Por tener la cultura un poco escasa;
Paso mucha envidia, -y tiene guasa-
De poetas que riman con limpieza.
Poetisas que acaparan la realeza.
En sonetos, su rima se acompasa,
Siendo fácil hacerlo – me rebasa-,
Y me quedo enredado en la maleza.
Comienzo este terceto con dolores,
Habiendo sufrido ya con creces,
Y la ropa empapada de sudores.
En esta hacienda, es seguro que pereces;
Sudado y maldiciendo este terceto:
¡Que fácil que resulta hacer sonetos!.
Emilio Medina M.
3/01/2008
Parte derecha de la cama mia.
Parte derecha de la cama mía;
Por tu cuerpo de seda, fue ocupada;
Señal divina dejaste marcada,
Cuando me dejaste al nacer el día.
Tu cuerpo joven fue la melodía;
Cantamos a dúo en esa jornada,
esa carrera, te dejo cansada,
Y al poco tiempo quedaste dormida.
Los suspiros, de tu pecho saliendo
En frases se hacian en tus bellos labios...,
Entendí, que Emilio, decías riendo.
Soñando amores en mis dulces sueños;
Solo quedo la silueta en la cama,
Al marcharte tu, buscado otro dueño.
EMILIO MEDINA MUÑOZ
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