
Parte derecha de la cama mía;
Por tu cuerpo de seda, fue ocupada;
Señal divina dejaste marcada,
Cuando me dejaste al nacer el día.
Tu cuerpo joven fue la melodía;
Cantamos a dúo en esa jornada,
esa carrera, te dejo cansada,
Y al poco tiempo quedaste dormida.
Los suspiros, de tu pecho saliendo
En frases se hacian en tus bellos labios...,
Entendí, que Emilio, decías riendo.
Soñando amores en mis dulces sueños;
Solo quedo la silueta en la cama,
Al marcharte tu, buscado otro dueño.
EMILIO MEDINA MUÑOZ
1 comentario:
A esta cama la conozco yo.
He dormido muchas noches en su larguero izquierdo.
Gracias por recordarmelo, Maria.
Mi cariño.
Emilio.
Publicar un comentario