10/28/2008


.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Celosa de su amor, ella se cuida,
no dar la noticia al pregonero,
pues luego se revuelve el gallinero
y puede que su amado haga huida.

Ya he dicho que mi dama no es suicida,
y yo me vanaglorio de sus actos
pues trata nuestro amor, con bello tacto
y en buena relación a mi me cuida.

Si pasas por la radio en esta noche,
repasa la pizarra que has montado;
allí se encontrara el enamorado.

El nombre de la dama estará puesto
con letras que mi amor habrá bordado
con oros y mil besos delicados.

Emilio Medina M.

No hay comentarios: