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Esperando en la espera desespero
la llamada de tu mano por mi hombro,
solo un roce, me deja en el asombro
cuando veo la belleza que yo espero.
Al mirar a tu piel de nácar fino
es mi sangre la que pulsa por mis venas
y termina con amor mis malas penas,
cuando amándonos tomamos el camino.
Eres bella, la dueña del destino
que mi alma recita eternamente
y me das con tu risa mi alegria.
Tu seras esa bella fantasía
que se mueve en mis amores cual torrente
cuando besas en labios nuevamente.
Emilio Medina M.
la llamada de tu mano por mi hombro,
solo un roce, me deja en el asombro
cuando veo la belleza que yo espero.
Al mirar a tu piel de nácar fino
es mi sangre la que pulsa por mis venas
y termina con amor mis malas penas,
cuando amándonos tomamos el camino.
Eres bella, la dueña del destino
que mi alma recita eternamente
y me das con tu risa mi alegria.
Tu seras esa bella fantasía
que se mueve en mis amores cual torrente
cuando besas en labios nuevamente.
Emilio Medina M.
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