12/06/2008

Para mezquinos y cobardes



.
.
.
.
.
.
.
No comprendo el trino de las arañas,
ni el latir de los odios oxidados,
ni del fuego resquemores olvidados,
ni al cobarde mezquino con sus sañas.

Entre flores va sembrando sus cizañas
en un campo con sus minas aliñado,
con gesto de cariño inmaculado
haciendo apología de estas hazañas.

Revienta la ilusión con su violencia,
se adivina el rencor en su mirada,
sus actos manifiestan su impotencia.

Su palabra es engañosa y afectada,
y aunque intenta guardar las apariencias,
su esencia es cruel y despiada.

Lena

No hay comentarios: