Congoja.

Todo un dia te espere: tu no llegaste...
la mañana entre versos he pasado;
no asomaste a decirme si has pensado
lo que siempre en mi agonía, tu dudaste.

Ahora veo que tu amor era cual noria
que da vueltas y mas vueltas alarmantes,
y la música trataba de embaucarme
en crueles circunstancias de mi historia.

Ya no dudo de lo visto y lo mostrado;
es momento de marcharme y recogerme,
pues ya veo que mi cielo se ha nublado.

Agradezco las dulces sensaciones
de otros tiempos con amores disfrutados,
que ahora pago por tener tan gran pecado.


EMILIO MEDINA MUÑOZ