
Tu voz de entera noche me acompaña
en esta soledad de la llovizna
y todo amanecer y toda brizna
le ganan el lugar a la espadaña.
Es eco del clarín en la campaña
con que el agrio recuerdo mata y tizna
un presente de luz en la marisma
que un día fue terreno de cizaña.
Y no calles, mujer, no calles nunca
porque el verbo que brota de tu boca
a toda soledad mata y sepulta.
No dejes que mi vida quede trunca
ni que el alma que llevo se haga roca
cuando al tierno existir así se insulta.
long ohni
1 comentario:
Como siempre querida Long, lograste un bonito soneto.¡¡Felicitaciones!!
Un beso
L3mØs
http://musica-y-poesia.blogspot.com
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