1/08/2008

De cómo las cosas no suelen ser lo que parecen en el sexo





Primavera que enervas al sentido

y de vivos produces los anhelos

iba, en ti, un mosquito asado en celos

mas no había mosquita en su camino.



Vio a elefanta, en el claro allí vecino,

rebatirse impúdica y sin velos;

que sus carnes actuaron como anzuelos,

con su trompa en el río cristalino.



Y el pequeño se dijo: “yo me mando”,

temerario alojóse en el postrero,

y empezóle un frenético entrevero.



Ahí mordióla un caimán, traidor, nefando.

Fanfarrón dijo el bicho con agrando:

“¡Grita, perra, a mi porra de guerrero!”

@Fantasma Bet

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