2/24/2008

Mí(s)tica

A veces, cuando el sueño se evapora,
el dragón que custodia el paraíso
me franquea la entrada, de improviso,
durante el breve lapso de una hora.

El intelecto acude sin demora
a gozar del insólito permiso
como un siervo que, apenas manumiso,
hasta la indigestión bebe y devora.

Ensaya, horticultor improvisado,
un injerto del árbol de la ciencia
en sus dictatoriales ecuaciones.

Y, preso por golpista, es declarado
culpable de aprobar la preeminencia
inconstitucional de las razones.

Cristina Longinotti

1 comentario:

Luzsonica dijo...

buenas
me gusto tu blog

y nada, dejo una huella del mio ya que esta

besos
cuidate