Cristina Longinotti
Despierto en la mañana y mi trabajo
es olvidarte apenas apareces;
revives pero al rato languideces
y cada nuevo día te amortajo.
Sin horarios ni turnos, a destajo,
partera del recuerdo y sus preñeces,
hago abortar tu imagen cuantas veces
retorna el sentimiento que la trajo.
Jornada laboral paciente y dura
es esta que acomete mi agonía
confiada en acabar con la tarea.
Todo termina, incluso la locura:
lo sabré con certeza cuando un día
despierte de mi sueño y no te vea.
Cris
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